Pues
eso, lo que dice el título de este texto, que en Marte se vive
bien.
Aquí
no tenemos los mundanos problemas terrestres que agobian y ahogan a
las personas. Aquí te puedes olvidar de las hipotecas, la
multipropiedad, el euríbor y esos términos de los que no tienes ni
idea una semana antes de comprar un piso y que después de dicha
compra te vuelves un experto y que te acribillan diariamente, a ti y
a tu cuenta corriente, que más que corriente desde ese momento pasa
a ser vulgar.
Aquí
no tenemos que preocuparnos por esperar a que llegue el verano para
tener unos días de vacaciones que todos usan para irse a la playa a
tostarse y asfixiarse,... algo curioso, trabajan más de trescientos
treinta días para esperar unos pocos de descanso. Como los años
marcianos duran seiscientos ochenta y siete días, el verano
terrestre queda muy lejos y las vacaciones se reparten un poco más.
Vamos, como hacen los alemanes.
El
aire no es muy sano que digamos, pero que vamos, que en cualquier bar
de la Tierra con el tabaco (y eso que dicen que ahora no se puede
fumar), el olor a humanidad de la gente a la que se le ha olvidado el
significado de la palabra higiene y algún peíllo que otro de
niños o ancianos,... no sé qué es peor.
Tampoco
nos preocupamos por otros problemas como el alcohol o las drogas. Si
te quieres “colocar”, simplemente le tienes que pegar una
chupaíta a cualquier piedra del suelo, que con todo el azufre e
hierro que tienen coges un colocón de los buenos.
El
nacionalismo, comunismo, totalitarismo y esas cosas que inventó el
depredador más grande que ha conocido la Tierra (el político)
tampoco tienen cabida aquí. Ese “individuo” está prohibido en
estas tierras, no te cruzas con ninguno de ellos. Si acaso, de vez en
cuando, te encuentras a alguno de esos robots que mandaron desde la
Tierra y a los que se les caen las piezas andando andando, que toman
fotos, hacen dos o tres agujerillos en el suelo o cogen unas piedras
para analizarlas después. Curioso, analizar piedras marcianas, como
si eso tuviera mérito. Aquí todo es de color rojo, rojo rojito,...
y para colmo, yo soy daltónico.
Hola marciano, buenas noches. Te acabo de descubrir. Gracias por tu ayuda para instalar kompozer. Y gracias por compartir tus opiniones sobre la vida en la tierra... estoy totalmente de acuerdo. Si me dan plaza en la próxima misión a Marte me subiré no por espíritu aventurero sino para huir de este planeta!
ResponderEliminarSaludos terrícolas.
Manué
Muy buenas tocayo... Muchas gracias por leer el blog. El objetivo del mismo era explicar cómo he resuelto los problemas con los que me he encontrado usando el sistema operativo del pingüino, una de mis pasiones.
EliminarLo de la complicada situación que tenemos en nuestro querido planeta ya la conocemos, a ver si nos ponen taxis para el planeta rojo.
Saludos :-)