En el mundo GNU/Linux, personalizar el escritorio es casi un arte. Para los usuarios que amamos dejar nuestro entorno visual “a medida”, hay detalles que parecen pequeños, pero que marcan diferencia… como los iconos en los menús desplegables de nuestras aplicaciones favoritas. Sin embargo, en GNOME a partir de la versión 42, esos iconos han desaparecido. Y no es un error: es decisión de diseño.
🧩 ¿Qué ha pasado?
Desde hace varias versiones, el equipo de GNOME ha emprendido una marcha hacia el minimalismo extremo y la consistencia visual. La idea es ofrecer una experiencia limpia, simple y sin “ruido” visual. Esto ha llevado a eliminar elementos como:
Iconos en menús desplegables (en GIMP, Nautilus, etc.)
Botones redundantes
Temas externos e iconos personalizados en apps basadas en libadwaita
Para quienes usamos varios entornos como KDE, Cinnamon o incluso XFCE, esta decisión puede resultar extraña o poco funcional. Después de todo, los iconos ayudan a identificar rápidamente ciertas acciones.
🛠️ ¿Se puede revertir?
En versiones anteriores de GNOME, bastaba con activar una opción en GNOME Tweaks o ejecutar:
gsettings set org.gnome.desktop.interface menus-have-icons true
🤔 ¿Qué opciones hay?
Usar versiones de apps que aún funcionen con GTK3, como ciertos GIMP AppImage o Flatpak, que respetan los temas del sistema.
Cambiar el entorno de escritorio a algo más flexible, como KDE Plasma, donde el usuario tiene más control sobre la estética.
Aceptar el enfoque “limpio” de GNOME y compensar visualmente con buenos iconos en la barra de herramientas y en el dock. Es decir, "resignarse" ☹️.
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